domingo, 21 de octubre de 2007

Tangas

Los baños de chicas son una caja de sorpresas, especialmente los de los bares de copas. Y no me refiero a la gente que te puedes encontar allí, si no a los distintos cachivaches que últimamente los decoran. Una está ya acostumbrada a lo que te puedes encontrar en ellos: la consabida máquina de condones, la dispensadora de cepillitos de dientes e incluso la de compresas. Con estas tres no tengo problemas, me puedo imaginar perfectamente el momento en que se puede presentar una emergencia y necesites urgentemente de cualquiera de los tres productos. Con lo que no puedo es con un artefacto que parece ser cada vez más popular en los bares santiagueses. Se trata de la máquina de tangas. Sí, como podéis apreciar en la imagen, es una dispensadora de bragas que por dos euros te ofrece un modelito de tanga para cada ocasión. Lencería fina, proclama. Colecciónalos! Pero por más vueltas que le doy no consigo imaginarme la situación en la que necesites un tanga urgentemente a altas horas de la noche. O mejor dicho, sí se me ocurren unas cuantas pero me resultan totalmente surrealistas. Ved algunas de ellas y elegid la que más os convenza.



P.D. Para los curiosos y/o preocupados por los detalles comerciales, decir que, una vez inspeccionado el producto, en contra de todas las apuestas no nos encontramos frente a un tanga desechable de leopardo, si no frente a uno 100% poliéster en tono naranja, que pasó perfectamente los controles de calidad establecidos.
Aquí podéis ver cómo el tanga pasa la prueba de elasticidad. Ahh, qué será lo próximo en el maravilloso mundo de la noche?

viernes, 12 de octubre de 2007

La fiesta de los maniquíes

Una de las curiosidades que el ir de tiendas nos puede ofrecer es la observación de los maníquíes que, a veces, nos dicen mucho más de la tienda en cuestión que la ropa que llevan. Tengo que reconocer que me encanta ver las tendencias y los vaivenes estéticos que estas piezas experiementan. Recuerdo los clásicos de siempre, con pelucones imposibles de pelo de fibra y sombras de ojos azules, en poses retorcidas. Después llegaron los "minimal", como esculturas griegas blanquecinas, ellos calvos, ellas con cortes de pelo dibujados en la escayola. Años después llegaron los más juveniles y rompedores: jovencitos con rastas, negros rumbosos, chicas con pelos pintados.
Los hay también que dan miedo: mi fobia particular son los maniquíes de bebés. Intentan ser lo más realistas posible dibujándolos en poses de lloros y pucheros pero sólo consiguen crear una imagen espantosa de criaturas extrañísimas, mezcla de elfo y cochinillo.
Pero para mi desgracia, cada vez son más las tiendas que deciden no mojarse en la elección de sus maniquíes y optar por esos insulsos torsos decapitados o de cara de huevo. Pero todavía quedan joyas con las que deleitarnos. Uno de mis escaparates favoritos, que nunca falla en animarme cada vez que paso por delante, es el de la tienda de moda de caballero Juampe (Huérfanas, 22). Esto es lo que os encontrareis:

El estilo es arriesgado, lo sé, pero gana la expresividad! Qué me decís del moreno de la izquierda, con ese "pelaso", esa mandíbula cuadrada y esos labios asiliconados? Pero mi favorito es el pelirojo de la derecha. No sé qué me gusta más, si ese pelo zanahoria en verticalidad total, esas cejas depiladas o esa mueca diabólica. Ya no se hacen cosas así! Sniff.